Walpurgis

WALPURGIS

noche del 30 de Abril

Con el nombre de la noche de Walpurgis, los pueblos germánicos celebran, la que en los países de raíz celtica (como Irlanda, Bretaña, Gales, Escocia etc etc) llaman noche de Beltaine. En Iberia se celebro Beltaine en épocas ancestrales casi con total seguridad. Pero tras la llegada de romanos y la latinización de los pueblos de la Iberia, y a posteriori la cristianización, se perdió todo vinculo directo, y la noche de Beltaine se quedo como un perdido culto distorsionado y fusionado con creencias latinas y cristianas..

De Walpurgis sabemos por Goethe y su Fausto, que es la noche donde tiene lugar el mayor de los aquelarres de toda Europa. Brujas, vampiros, demonios, hombres lobo, trasgos, lamias y sátiros salían de sus infiernos esa noche y acudían al interior de bosques y montañas, para realizar bailes y sacrificios en una verdadera bacanal satánica en honor al diablo. Los pueblos de toda centro Europa temieron las horas nocturnas del 30 de Abril. Los lugareños se refugiaban en las iglesias y parroquias, rezando bajo la cruz extranjera, y pidiendo protección contra los demonios que en esa noche salían. Esta imagen aterradora fue evidentemente algo beneficioso para la expansión de la religión foránea.  La cual garantizaba una protección del dios hebreo para todos los fieles. Y un infierno aterrador para todos los no fieles. Pero como podemos comprender a estas alturas, poco tenia de realmente cierto en origen esa visión satánica de la que fue fiesta germánica de las cosechas.

La primera referencia histórica que vemos sobre Walpurgis, es la que hace referencia a una santa alemana. Santa Walpurga, que se convirtió en abadesa de la orden benedictina de Heidenheim en el 754.  Tras los pasos de esta santa y reflexionando sobre el tema, llegamos a la fácil conclusión de que al igual que en Iberia, en toda Europa las vírgenes y santas actuales, fueron en muchos casos creadas tras la cristianización de dioses o numenes anteriores a la cristiandad. Así pues nos encontramos con que en el panteón Teutón, había una diosa llamada Walpurga. Diosa de las cosechas, y la fertilidad además de la diosa que guarda a los héroes muertos que duermen, y alberga  las hazañas que aún no dan fruto. En este sentido, es la forma oscura de Freya: Madre Hulda, o Hel. Así pues tenemos, que la cristiana Walpurga realmente obedece a una cristianización de una diosa relacionada con las cosechas y los ciclos de la fertilidad germánica. Algo por otro lado que daría razón y lógica a esta fiesta. Puesto que Beltaine es una época de fin de cosecha Tras el Equinoccio de Primavera. Es decir, simbólicamente Beltaine o Walpurgis. Simbolizan la fertilidad de la tierra que da sus frutos.

También nos encontraríamos con la respuesta al por que es walpurgis, la fiesta tradicional de las brujas. Ya que la brujería fue la primera de las religiones matriarcales. Y siendo como fue Walpurga una diosa heredada por las sociedades germánicas de las épocas matriarcales pre arias, no es de extrañar que pasara esa fecha del 30 de abril a ser considerada como época de brujerías. Donde los lugareños y nativos de la antigua norte y centro Europa, se reunían para rendir culto a los atributos claramente sexuales, y a diosas del pasado. Y recordemos que a la visión cerrada y monoteísta de los cristianos, todo lo que no era creado por dios, tenia que ser obra del diablo por aplastante lógica…. lógica cristiana claro.

Hemos visto cómo los árboles o la vegetación encarnan siempre a la vida inagotable: lo que corresponde, en la ontología arcaica, a la realidad absoluta, a lo «sagrado» por excelencia. El cosmos está simbolizado por un árbol: la divinidad se manifiesta dendromorfa; la fecundidad, la opulencia, la suerte, la salud -o, en un estadio más elevado, la inmortalidad o la juventud eterna- están concentrados en las hierbas o los árboles; la humanidad o la raza derivan de una especie vegetal; la vida humana se refugia en las formas vegetales cuando es interrumpida por astucia antes de su término; en una palabra, todo lo que es, todo lo que está vivo y es creador, lo que está en estado de regeneración continua, se expresa por símbolos vegetales. El cosmos fue representado bajo la forma de un árbol porque al igual que este último, se regenera periódicamente. La primavera es una resurrección de la vida universal y por consiguiente de la vida humana. Por este acto cósmico, todas las fuerzas de creación vuelven a encontrar su vigor inicial. La vida es reconstruida integralmente, todo comienza de nuevo; en una palabra, se repite el acto primordial de la creación cósmica, pues toda regeneración es un nuevo nacimiento, un retorno a aquel tiempo mítico en que apareció por primera vez la forma en que se regenera.

La idea de la regeneración de lo colectivo humano por su participación activa en la resurrección de la vegetación, por lo tanto en la regeneración del cosmos, está indicada en numerosos rituales de la vegetación. En las tradiciones populares europeas se han conservado los rastros o fragmentos de las representaciones arcaicas por medio de las cuales se apresuraba la llegada de la primavera adornando un árbol y paseándolo ceremoniosamente en procesión. En Europa, existe todavía una costumbre según la cual, en la primavera, al principio del verano o el día de San Juan. se trae un árbol del bosque y se le coloca medio del pueblo; o bien todo el mundo va al bosque a cortar ramas verdes y colgarlas en las casas para asegurar la prosperidad del dueño. A esto se le llama «árbol de Mayo». En Inglaterra, los jóvenes o grupos de niñas se pasean el primero de mayo de casa en casa, con coronas de ramas y de flores, cantando y pidiendo regalos. En los Vosgos, la ceremonia tiene lugar el primer domingo de mayo. En Suecia, se ponen «mástiles de mayo» en las casas, sobre todo durante el solsticio de verano; son pinos despojados de sus ramas y decorados con flores artificiales, juguetes, etc. En todos los lugares donde se encuentra este ceremonial (desde Escocia y Suecia hasta los Pirineos y los países Eslavos), el «mástil de mayo» es un ocasión de diversiones colectivas que terminan con una danza alrededor del mástil. Los papeles principales están ordinariamente a cargo de niños o de jóvenes. Es una fiesta de la primavera, pero que, como toda manifestación de este género, participa más o menos de la orgía.

_ Junto al origen celta de Beltane, debe ponerse de relieve como otros pueblos celebraban también esta fecha; así destaca Roma, que entre las distintas fiestas florales reconoció como las más importante la dedicada a la diosa Flora: la Floralia, que duraba del 28 de abril a las calendas de Mayo, (es decir, al 1 de Mayo); y durante la cual se engalanaban pueblos y ciudades con innumerables flores, alfombrando con pétalos de rosa los caminos. También es reseñable como algunos pueblos de Oriente celebraban también desde tiempos precristianos la “Fiesta de las Flores” en fecha de nuestro actual 24 de Abril; cubriéndose con flores las casas y las mesas de los banquetes; al tiempo que todo ciudadano se engalanaba con guirnaldas florales.
_ En Inglaterra la tradición de los Mayos conectada a la festividad de Beltane se puede rastrear hasta el Sur de Lancashire, donde se cantaban “los Mayos”, en sendas tonadas denominadas la vieja y la Nueva Canción de Mayo, la primera de clara evocación celta, la segunda de época claramente posterior. La tradición cuenta como se recogían ramas y flores de espino durante la víspera de Cetamain y se llevaban a las casas al amanecer al son de pitos y tambores para adornar puertas y ventanas. En algunas partes de Inglaterra, en la festividad de “May Day”, las muchachas solteras salían en procesión portando ramas floridas antes del Alba, momento en el que se iniciaban las danzas de Mayo al son de la gaita, para dirigirse posteriormente, al bosque sagrado; en donde se rendía culto a la Vara de Mayo y a su esposa Lady Flora, asistidos de su corte de hadas, niñas y Leprechauds. En esta fiesta, la Vara de Mayo se decora con serpentinas y se colorea, para realizar posteriormente un baile festivo-ceremonial entorno suyo; siendo esta vara, representación del roble sagrado, y también manifestación del atributo sexual de Bel. Según la tradición anglosajona, de la Vara se prendían cintas a las que se anudaban cada uno de los bailarines para girar en círculo alrededor de la misma.
_ En Francia, la festividad de los Mayos, se vinculó a la “Reina de Mayo”o “Reina Maya”, una muchacha virgen, representación de la pureza de la joven Primavera, a la que se agasajaba durante todas la festividad; así en Nimes, se aclamaba como tal reina a una doncella a la que se la entronizaba en un baluarte de flores y verde follaje, mientras sus damas de honor pedían a las gentes para su dote. En la Brasse y en Grenoble la tradición establecía los desposorios simbólicos entre la reina maya y su partener, también un joven de la localidad y probadas virtudes. Por otro lado hallamos vinculados al Mayo los denominados “Juegos Florales”, concursos de poesía en el que la espontaneidad de los versos era requisito sine cuanon para “enmayarse”; (Juegos que si bien tienen su origen en las celebraciones romanas en honor a la diosa Flora; no dejan por otro lado, de ajustarse a las antiguas competiciones celtas desarrolladas entre los bardos de las distintas tribus). También, se celebraba la festividad del Mayo colgando los campesinos de las puertas de sus amadas un ramo verde entrelazado con hojas de acanto; al tiempo que era también costumbre plantar un árbol, (al que también se llamaba Mayo), enfrente del hogar de aquellos a los que se quiere agasajar, (árbol de Mayo cuyo más destacada tradición se encuentra en el que plantaran tradicionalmente los curiales de París en el patio del Louvre conocido desde entonces como “patio de Mayo”). El árbol de Mayo en la Borgoña cumplía las mismas funciones que en Inglaterra; al servir de poste alrededor del cual se ejecutaban danzas por los mozos y mozas de cada aldea, al tiempo cada uno de los mozalbetes, para probar su destreza había de trepar a lo alto del mástil con mayor rapidez que sus contrincantes. En el N. de Francia, por su parte, se conocía la festividad de la “Bendición de los trigos”, donde las muchachas, de blanco inmaculado salían en procesión junto al resto de aldeanos portando guirnaldas de flores y arrojando al paso del sacerdote bendiciente flores y hojas de Boj. Por último en Nanterre es conocida la “Fiesta de la Rosa”, en la que se elige a la más bella de las muchachas de la localidad; y en Niza la populosa fiesta conocida como “Batalla de las Flores”.
_ En Bélgica, era costumbre entre las mujeres casaderas de Lieja reunirse el primero de Mayo a la salida del Sol, para buscar tres brotes juntos de caña florida o tres briznas grandes de hierba procediendo a cortarlos a igual altura; para después, proceder a atar a cada uno un hilo de seda de un color distinto: Negro, (representación de la soltería); rojo, (representación del amor apasionado); y verde, (representación de los deseos más ocultos). Transcurridos que fueren diez días, las muchachas acudían al lugar donde hubieren atado los brotes por ver cual había despuntado más, siendo éste pronóstico de sus amores.
_ En Suecia es conocida la antigua tradición por la que se elige al “Conde de las Flores” en el desarrollo de una populosa verbena celebrada durante la última noche de Abril.
_ En Italia históricamente se puede destacar como en la Toscana el 1 de Mayo tenía un papel predominante un mítico personaje denominado Calendimaggio, (personaje que por lo demás reunía mucho de los atributos del dios Bel, el Apolo latino). Por toda la península italiana es también costumbre la de cantar “Il Maggi”: coplillas de muy diversa índole, las más de las veces amorosas con una importante carga sexual, que los jóvenes entonaban para festejar la entrada de la Primavera. En Lucano por su parte, los Maggi tienen un carácter auspiciatorio de origen claramente pagano. Finalmente se puede destacar la “Fiesta del Árbol” que se celebra en Siracusa, (Sicilia), durante el mes de Mayo; fiesta que si bien se celebra en conmemoración de la victoria contra los atenienses comandados por Nicias, ANGELO DE GUBERNATIS en su obra Mitología de las Plantas, cree que sin duda la festividad era anterior a la de dicha victoria.

En Suiza, en la ciudad de Zurich, todavía en el 1.910 se celebraba con gran pompa esta festividad, en la que una procesión de niños que recorrían las calles portando arcos florales precedían al gran pelele blanco, personificación del Invierno, que posteriormente era llevado a la plaza del Ayuntamiento para ser entregado a las llamas del fuego purificador de la primavera.

En Alemania, MANNHHARDT, en su obra Mitos Germánicos, cita los baños rituales en agua de rocío en el 2 de Mayo.

En España, como pusiera de relieve COVARRUBIAS en su Tesoro de la Lengua Castellana, las “Fiestas Mayales” tienen un origen inmemorial, afirmando: “Maya y mayo es una especie de representación que hacen los muchachos y las doncellas poniendo en un tálamo un niño y una niña que significan el matrimonio”. Al tiempo, en otros lugares la citada pareja infantil es sustituida por la “Reina Maya”, que colocada en un estrado observa como sus damas incitan a los transeúntes para que asistan a su dote; (de ahí la expresión: “Mayo mangonero, pon la rueca en el humero”, que alude a las muchas fiestas de mayo y las mangas de las parroquias). Costumbre por lo demás que fue prohibida en Madrid por Carlos III por Decretos de 20 de Abril de 1.769 y 21 de Abril de 1.770, debiendo reiterarse la prohibición, dado su incumplimiento, por Carlos IV en fecha de 2 de Mayo de 1.789. No obstante la tradición de la reina de Mayo permaneció incólume en el resto de España; y así, aún subsiste, sobre todo en el Levante peninsular, en la tradición de nombrar reina de las Fiestas, Falleras Mayores, Damas de la Verbena, etc… Por otro lado, también abunda en España la tradición de la Vara de Mayo; como aquel árbol o palo que adornado de cintas, frutas y flores adorna durante el mes de Mayo los bailes y otros festejos a los que acuden jóvenes de uno y otro sexo. Esta tradición en otros lugares de la Península se cristianizó en lo que se ha dado en conocer como la Cruz de Mayo celebrada en fecha del 3 de Mayo; pero con idéntico contenido y propósito, al adornarse una cruz levantada y profusamente decorada por la juventud del pueblo y que quedaba bajo la protección de la doncella de Mayo a la que sus compañeras acompañaban pidiendo dádivas y regalos. Dentro de las fiestas florales celebración del mes de Mayo, son dignas de destacar también la antaño conocida “Feria de las Flores” en Barcelona, celebrada en la festividad de San Jorge el 23 de Abril, y hoy sustituta por la conocida costumbre de “la rosa y el libro”; y la no menos conocida procesión del Corpus en Toledo, en la que literalmente corren ríos de pétalos de flor. Finalmente Mayos son también los cantos que en la víspera del 1 de Mayo entonaban, (al igual que en Italia), los jóvenes solteros a la puerta de las casas de sus pretendidas.
En Almonaster la Real (Huelva, comarca de la Sierra) se celebran las Cruces de Mayo en torno al primer domingo de mayo y suponen una manifestación cultural de primer orden que se concreta en la puesta en marcha de unos ritos ancestrales que, año tras año, se repiten con gran lucidez. Estas fiestas están declaradas de Interés Etnológico e incluidas en el Catálogo General de Bienes Patrimoniales de Andalucía. El “pique” existente entre las dos hermandades (El Llano y la Fuente) protagonistas de esta fiesta , hace que la misma esté muy arraigada entre los hermanos de cada cruz y que cada vez sea mayor el esfuerzo por engrandecerla y por mantener más viva que nunca esta histórica festividad.

Los momentos de la fiesta:

– Abril, mes de flores: Las hermandades inician los preparativos para la fiesta: confección de flores de papel, arcos de chubarba, limpieza y preparación de jarrones, mantones, trajes de serrana… Es también momento de las coplas de romero y de los fandangos.
– Domingo de chubarba (último domingo de abril): Las hermandades van al campo a recoger chubarba, arbusto muy resistente que se utiliza para decorar el arco y las esquinas de la cruz. Por la noche se entra en el pueblo en procesión, cantando las coplas del Romero, acompañadas por las panderetas, la flauta y el tamboril.
– Tarde de las flores (sabado de las Cruces): Comienzo de la Fiesta y presentación de la Mayordoma y las Diputadas que ostentan la representación femenina de la Hermandad y son las verdaderas protagonistas de la fiesta. Portando ramas y arcos de flores y entonando las coplas del romero, se dan las preceptivas tres vueltas en torno al monumento de la cruz. Al final, se cantan los fandangos.
– Noche de los pinos (noche y madrugada del sábado): Al llegar la madrugada, ambas hermandades se visitan, entre salvas de cohetes y cantándose los fandangos de los pinos (en ocasiones de carácter irónico y sarcástico). Este fandango, lleno de lirismo en ocasiones, se populariza en otras para servir de soporte musical al “pique” que existe entre ambas hermandades. Al amanecer, se traen los cuatros pinos que adornan las esquinas de la Cruz y comienzan los preparativos de ornato y decoración (sobre todo vegetal) de los respectivos monumentos.
– El Romero (Domingo de las Cruces): Momentos de lucimiento de ambas hermandades por las calles y alrededores del pueblo. Se visitan ambas hermandades ofreciendoles los mayordomos un ramo de romero a la Cruz contraria.
– Lunes de Cruces: Se repite la ceremonia del día anterior, pero esta vez son los niños los protagoniestas.
– La Jira (Martes de Cruces): Al atardecer, las hermandades salen al campo. Allí se invita a una copa de vino a los hermanos, simpatizantes y visitantes, llegados para la fiesta. De noche, se regresa haciendo la entrada por separado entre grandes salvas de cohetes y cantando fandangos. Se entregan las nuevas mayordomías.

Agni
“A Él, al buen Agni, se le adora y se le purifica todos los días como un caballo vigoroso. Como Arushá (el Sol brillante), e hijo de Dyaus (el Cielo) Rig-Veda IV, XV, 6-,
El bendito “Fuego”, Agni, lat. Ignus, i, por corrupción del lenguaje cedió su lugar a un Agnus, un cordero. Pero no es un añal cualquiera: el “Agnus Dei qui tollis pecata mundi” heredero de lo que pudo ser su patrimonio originario: “Adoremos a Agni (el fuego) el hijo de Dios, de Dyaus (Diváh sisus), el hijo de la fuerza, Arushá, la brillante luz del sacrificio” Rig- Veda V, XLIX, 2; cambiando todo para seguir igual, en cualquier caso, la confusión Agni/Ignus/Agnus es, como se dice en el argot futbolístico de nuestra tierra, ‘pataca miuda’ (sic).
Así el joven brillante héroe solar, el Agni [Es este un universal fenómeno, que es necesario reiterar, conversor en Galicia de los pecata minuta en un solo y menudo tubérculo “pataca miuda”, de la nutricia madre alma mater en “paternizada leche” alma pater, de los Carmina Burana, por la visible, famosa y audible diva “Carmiña Burana” imaginada por el despistado conselleiro], el fuego [Por lo que respecta al Leño de Nadal, costumbre extendida por toda Europa, encendiéndose el día 24 de Nadal pudiendo arder hasta Reis, “Reyes Magos” recordemos que en la Terra de Trasancos se apagó algo esta tradición popular gallega al prohibirse en la diócesis de Mondoñedo-Ferrol en un Sínodo Mindoniense de 1541, por su, reiteradamente mencionado, obispo Fray Antonio de Guevara .Con todo no tendrían excesivo éxito las censuras episcopales pues los gallegos vivos e mortos se reúnen no solo en torno al fuego del bendito tizón junto a las mesas bien dispuestas, sino que incluso los gallegos de la diáspora desde hace unos años se reúnen virtualmente en la Web en un chat llamado “tizón de Nadal”. Las tan desafortunadas como comprensibles prohibiciones no deben ocultar lo admirable que resulta el observar como el clero paleocristiano atlántico fue capaz de tender un puente, estableciendo una positiva comunicación integradora de la espiritualidad antigua en la nueva, ligando al solar y bienhechor pasado pagano de Essus, con el presente cristiano de nuestro redentor Jesús, Hijo de Dios y Luz del Mundo, manteniéndonos indemne, sin ninguna perturbación, este admirable clero cristiano la esperanza de resurrección en la carne que la vieja religión celta compartía con la nueva triunfante religión, y en esta confianza, con la esperanza puesta en la inmortalidad los cristianos del Atlántico nos adentramos sin temor a través de los nuevos siglos y de los nuevos milenios], hijo de Deva, de Dios, el naciente sol que elevándose como poderosa llama en el verso védico quitaba el mal del mundo, se convierte por deturpación del lenguaje [Este tipo de fenómenos constituyen el origen del mito para F. MAX MÜLLER] con el tiempo, en un corderillo destinado al sacrificio cuando el viejo mito en el largo viaje de las fábulas, ¿en su paso de la India a Europa? perdió su prístino frescor y sentido.
Y por este Camino de Damasco, – o como diría el lingüista salmantino, nuestro amigo del H2O, por el Valle de los Lamates, “Ancom Lamaticom” – de conversión del Agni, “fuego”, en Agnus, “cordero”, recibieron nuestro San Juan y el propio Jesucristo sus atributos solsticiales compartiendo ambos la simbología solar y el común destino del sacrificial añal, siendo, en cualquier caso víctimas inocentes. Agni, el fuego bendito y lleno de virtudes, persiste todavía en Galicia en nuestro Leño de Navidad o “Leño de Nadal”.
El fuego [Y las aspersiones de fuego]se exhibe en las grandes luminarias de San Juan. “Conviene que descienda yo para que ascienda Él” son palabras atribuidas al Bautista por el clero medieval. San Juan, como Jano, representa el primer paso del sol naciente (psb. Caen-dia), el del salutífero Apolo Apollinem morbos deppellere,” del esplendente, reluciente como la grana, sol germinativo, Apolo Grannus, al que en las Ardenas, como lo recogió FRAZER, padres e hijos, alumbrando los árboles frutales y las sementeras con “fachos” o haces de paja encendidos [“Os fachos propiamente celtas acéndense sempre no vrao, serven para que das cinzas que desprenden xorda a vida vexetal e por extensión a animal. A forma de realizalos podia ser a) Cacharelas: prendidas nun outeiro onde se poidesen ollar as máis das leiras da aldea. (Argalo, Caamaño, Cuntis, Entíns, Ortoño; Pontecesures, Roo[…]); b) Arbre e cacharela, no medio do lume chantábase unha árbore da que penduraban silvas, xestas e toxos secos (Bugallido, Calo, Herbogo […] etc); c) Fachuzos: cando cada labrego percorría as leiras abenzoándas (Iria Flavia, Padrón, Ponte Cesures, Ribasar…), d) Laradas, Pequenas fogueiras, unha por leira, que fan os viciños nas súas leiras (Augas Santas…) in C. GONZALEZ PÉREZ 1987:141-142”[…] “En Entíns a máis de leña queimaban as roupas e zapatos vellos que había na casa. ..En Ró (Serra de Outes, os fachuzoa púñanse nas esquinas das leiras. En Argalo ao redor da caharela puñan varios palloteiros (medas de cañotos de millo)… en Ribasaros fachuzos atábanse na puntadun pau para que esparexeran millor as faiscas…En Asados os fachuzos ammarrados a unha corda facíanse xirar para que caisen as faiscas nas leiras. (Idem. Ibidem p148)”], oficiaban las “Grannas Mias” y los “Grannos Mios”, ceremonias equivalentes a los ritos gallegos de “Alumear o Pan”.
ALUMEAR EL PAN
Para Miranda GREEN el fuego es agente purificador [Es el Agni “fuego” de Dyaus, convertido por deturpación en el Cordero de Dios o Agnus Dei o, que quita el mal del mundo] y de las cenizas surge una vegetación nueva y fértil [ Miranda GREEN Mitos Celtas 1995 p.52] siendo este y no otro el significado de los fachos y de las ceremonias o rituales ígnicos de “alumear” según todos los estudiosos. Estas celebraciones atlánticas expresan el sentido del verso sánscrito de los vedas reseñando el poder purificador del Fuego de Dios, del Agni Devai, del Ignus Dei y, aún, posiblemente por la aludida alteración del lenguaje, del inmaculado Agnus Dei. En el invierno estos rituales no tendrían sentido ya al no crecer nada siendo para los europeos del hemisferio norte un tiempo muerto o en imperio de la nieve, del hielo y de la noche. Este tipo de ceremoniales prolongándose hasta la fiesta de San Juan, solsticio de verano, donde el fuego es también el elemento protagonista, se integran en lo que habitualmente llamamos el ‘Ciclo de Mayo’ (aunque en el mundo Celta comienza propiamente este ciclo el 1º de Febrero con la Candelaria, cuando en los países celtoaltánticos le vuelve la leche a las ovejas y se inaugura la temporada de pesca), comprensivo del pujante, augural y aumentativo aspecto del sol, desde la floración hasta la aparición de los primeros frutos. En la época clara del año tenían lugar las fiestas celtas de los fachos o de los humeantes y chispeantes haces de paja, encendiéndose en Europa, y especialmente en la Europa Atlántico numerosos fuegos. El origen de esta fiesta Celta del Iº de Mayo [Conf. el celebrado trabajo de MURGUÏA El Folklore Español, Instituto de Antropoloxia aplicada Madrid 1968 p 17] es la llamada Beltaine o Beltené. “las hogueras de Bel”, tal vez no hayan celebrado los celtas que habitan los promontorios atlánticos con tanto esplendor su fiesta solar del fuego, de los maestros del fuego y de los elementos atmosféricos [cf. Françoise LE ROUX- Christian- J. GUYONVARC`H. «la Sociedad Celta 1991, p. 196] como en Galicia donde esta fiesta llamada ‘Véspora do Primeiro de Maio’ se esperaba con gran expectación hasta no hace mucho tiempo según señalando como “en tiempos pasados y hasta hace relativamente pocos años, en algunos lugares de Galicia la víspera del primero de mayo los campesinos se reunían en la plaza a toque de ánimas, encendían una gran hoguera y bailaban alrededor. Después según lo refiere Ladislao CASTRO PEREZ [Ladislao CASTRO PÉREZ, “El I de Mayo: Druidas y Santos” in Actas do Iº Congreso de Estudios Celtas, Ferrol 1999 pp.198-199 ] “recorrían los sembrados con teas encendidas sacudiendo la ceniza sobre ellos” [ ibid. Citando a VICENTI 1987; FILGEUIRA VALVERDE 1927; TABOADA CHIVITE 1972 e 1982; RODRIGUEZ LÓPEZ 1974; BOUZA BREY 1982 cf. también GONZALEZ PÉREZ 1987, 139].

Danza del Árbol de Mayo en un pueblo británico
(…) A pesar de toda la resistencia de la Iglesia, «la fiesta de mayo» se siguió celebrando. Las profundas transformaciones sociales tampoco lograron abolirla: lo único que hicieron fue cambiar su nombre. En el Perigord, y en muchos otros lugares, el árbol de mayo se convierte en símbolo de la Revolución Francesa; se le llama el «árbol de la libertad», pero alrededor de él los campesinos danzan las mismas rondas arcaicas que les trasmitieron sus antepasados. El día primero de mayo se celebra hoy día como día del trabajo y de la libertad: para la mentalidad moderna, esta fiesta conserva en parte el mito de la regeneración y el mejoramiento del bienestar colectivo, mito común a todas las sociedades tradicionalistas.
En muchas regiones, en ocasión del transporte solemne del «mástil de mayo», el árbol del año precedente es quemado. El consumo de la madera por el fuego es probablemente también un rito de la regeneración de la vegetación y de la renovación del año, pues en la India y en la antigüedad clásica, se quemaba un árbol al comienzo del año. La celebración del año nuevo, la consumación del árbol por el fuego son a menudo, en las Indias, una ocasión de orgías, así por ejemplo entre los biyar de las Provincias Unidas (Agra y Odudh) que prenden fuego al árbol çalmadi y acaban por entregarse a una orgía colectiva. La ceniza de este árbol está cargada de propiedades apotropaicas y fertilizantes, protege de la enfermedades del mal de ojo, de los malos espíritus. En Europa, las cenizas que quedan después de haber quemado «el mástil de mayo», o las brasas ardientes, durante el carnaval y en navidad, son dispersadas a través de los campos, donde favorecen y acrecientan las cosechas.

(…) Se atribuyen los valores mágicos y fertilizantes de la madera sacrificial a las cenizas y los carbones; su «fuerza» se debe a su semejanza con un prototipo (ceniza de un árbol quemado ritualmente al comienzo del año, durante el mes de mayo, el día de San Juan, etc.) Ahora bien, el árbol o la madera quemada adquieren su eficiencia por la simple regresión a la potencia, por el retorno al estado de «simiente» que realizan la creamación; la «fuerza» que representa o personifican, puesto que ya no pueden manifestarse de manera formal, se concentra en la ceniza o el carbón.
A menudo, la llegada del «mayo» está figurada no sólo por un mástil, sino también por efigies antropomórficas, decoradas de follaje de flores, e incluso por una persona determinada que encarna la fuerza de la vegetación o una de sus manifestaciones míticas.